DONDE FUEGO HUBO, CENIZAS QUEDAN

Si bien este refrán pretende mostrar en otras cosas que luego una relación que, comercial, familiar, amorosa, etc., que se ha roto siempre algo queda parece ser que podríamos emparentarlo con otro famoso que versa “pasar página”.

Esto es lo que ha sucedido con el Sínodo de Obispos. La difusión mediática se ha agotado, nuevos temas ocupan las atención de la prensa y las conquistas y/o frustraciones de las deliberaciones, acaloradas según algunos, han entrado en una meseta, en un cono de sombra, en un simple: ¡Ya pasó!.

La realidad subyacente es muy distinta, los colectivos involucrados

y fuertemente comprometidos en la problemática tratada, homosexuales, parejas de hecho y divorciados en nueva unión, luego de un excelente seguimiento y proceso de visualización durante todo el Sínodo, no se han ido a dormir, sin dudas están muy atentos a vigilantes y no sólo a la espera de novedades sino dispuestos a motorizarlas.

Desde La Barca (www.labarcaglobal.blogspot.com) quizás el único blog independiente, hecho por y para católicos divorciados en nueva unión de todo el mundo que recibe visitas desde 77 países, tal cual nos impulsó el papa, seguiremos HACIENDO LIO.

Mientras que los guardianes de la ortodoxia (porque decirles fundamentalistas del pensamiento, apóstatas de la misericordia, preconciliares o cultores de la doble moral los pueda ofender), ya no dicen una palabra, con ese concepto marketinero que: de lo que no se habla no existe, nosotros estamos muy dispuestos a seguir muy de cerca los pasos futuros que se den.

Un análisis apasionado nos llenó de frustración y desesperanza pero uno mucho más reflexivo y meticuloso nos devolvió la ilusión. La semilla está plantada, cada día será difícil volver atrás, si las conclusiones son tratadas y discutidas fuera de la noche de la Misa del Gallo y del momento del brindis de fin de año quizás haya alguna participación, caso contrario estaremos viendo como se sigue barriendo bajo la alfombra.

Francisco encendió el fuego, casi  2 de cada 3 Obispos estuvieron valientemente dispuestos a dejar la cenizas, ahora nos queda a los que venimos y seguimos estando en las periferias atizar el fuego, no sólo para que no se apague, sino para que crezca y rezar para que su luz ilumine a todos aquellos, con cleriman, corbata o pasmima que se sienten tan cómodos viviendo en la oscuridad.