La
Iglesia actual tiene temas mucho más importantes que el acceso de los
divorciados en nueva unión a los Sacramentos, la reforma de la curia, el IOR
(banco Vaticano) casos de pederastia, limitación de vocaciones sacerdotales y
un extenso listado que SS Francisco va desgranando en forma clara, entendible,
magistral y muy sentida en cada Homilía, pero también hay que destacar que
respecto al tema de los divorciados, se dice bastante poco y lo poco que se
dice sólo reafirma lo actualmente vigente.
Aparentemente
dentro de la Jerarquía hay voces que empujan al tratamiento de este tema,
conversaciones públicas en los últimos Sínodos de Obispos, declaraciones de sacerdotes
de Alemania que abiertamente manifiestan que dan la comunión a divorciados y un
clamor que se extiende por todo el mundo pidiendo que se haga algo, quizás
determinen que en el futuro se tome alguna decisión complementaria a la actual.
El
colectivo de los divorciados católicos en nueva unión no goza de
prensa, ni de patrocinadores que lo impulsen, ni de una asociación internacional que los unifique y por eso la trascendencia de este tema no es lo suficiente fuerte, volvamos a hablar con palabras simples: da la impresión que este tema no le importa a nadie.
prensa, ni de patrocinadores que lo impulsen, ni de una asociación internacional que los unifique y por eso la trascendencia de este tema no es lo suficiente fuerte, volvamos a hablar con palabras simples: da la impresión que este tema no le importa a nadie.
Hace
varios años, desde el Blog La Barca difundimos la necesidad de declarar el Día
Internacional de los Católicos Divorciados en Nueva Unión, y elegimos para tal
evento el 1º Domingo de Mayo como una apuesta de carácter global hacia la
consolidación de un accionar organizado tendiente a mover conciencias y abrir
corazones, que a la fecha permanecen cerrados a cal y canto.
Nuestra
propuesta, que ya lleva 5 años, fue lo suficiente difundida en cuanto medio
pudimos acceder y a través de los asiduos lectores del Blog, en los más de 50
países en los que hemos logramos mínimamente acceder, recibiendo visitas y
comentarios en un verdadero compartir vida, pero obviamente esta acción dista
mucho de ser suficiente como para ser tenidos en cuenta.
El
camino es angustiante, doloroso y las tentaciones de apartarse son recurrentes,
lo que se persigue no tiene recompensa económica, ni de poder, ni de reconocimiento
social, ni de nada que trascienda de la más absoluta intimidad y que el único logro
será estar un poco más cerca de nuestras creencias, nada más pero nada menos,
por eso en el final de la carta a SS Francisco a modo de despedida le decíamos:
Sabemos
que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que
entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán
complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás
algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
